“Ese grupo, la hermandad, encabezado por García Luna, respondía a los intereses de la familia Calderón-Zavala. Ellos fueron artífices desde la AFI [Agencia Federal de Investigación] de que Calderón y Margarita llegaran a Los Pinos. La AFI se encargó de hacer parte de la guerra sucia, independiente de la empresarial, para que Margarita y Felipe pudieran tomar el poder”, dijo el periodista mexicano Francisco Cruz Jiménez.
Ciudad de México, 5 de julio (SinEmbargo).– El periodista mexicano Francisco Cruz Jiménez dijo esta noche que el matrimonio Calderón-Zavala sabía de las andanzas de la “hermandad” que encabezaba Genaro García Luna y de la que era parte fundamental Luis Cárdenas Palomino y otros jefes policiacos de altos vuelos, hoy detenidos o muertos.
El también autor de distintos libros de política y crimen organizado dijo que García Luna hizo trabajo político tanto para Margarita Zavala Gómez del Campo como Felipe Calderón Hinojosa, y que ambos sabían quiénes eran el exsecretario de Seguridad Pública federal y los jefes policiacos que lo acompañaron por años.
Entrevistado en el programa «Los Periodistas», que conducen Álvaro Delgado Gómez y Alejandro Páez Varela, y que se transmite por SinEmbargo al Aire en la plataforma de YouTube, Cruz Jiménez respondió a pregunta expresa de Páez Varela de si esa hermandad se reportaba hasta económicamente con la familia presidencial.
–Pero claro. Ese grupo, la hermandad, respondía a los intereses de la familia Calderón-Zavala. Ellos fueron artífices desde la AFI [Agencia Federal de Investigación] de que Calderón y Margarita llegaran a Los Pinos. La AFI se encargó de hacer parte de la guerra sucia, independiente de la empresarial, para que Margarita y Felipe pudieran tomar el poder. La AFI se encargó de infiltrar todos los movimientos y a los principales políticos cercanos a Andrés Manuel López Obrador en la campaña de 2006. Y esa hermandad –entre los que estaban Benito Roa Lara, Marco Antonio Juárez, Víctor Gerardo Garay Cadena, Eusebio Millán Gómez, Mario Barriga Santillán, Maribel Fernández, Cristina Pereira– se encargó de que Calderón tomara posesión el 1 de diciembre de 2006 en el Congreso de la Unión. Ese grupo era muy sólido, ese grupo infiltró y espió para Felipe Calderón, espió para Margarita; alguna vez lo dije: ese grupo hizo trabajo sucio para el partido que quería construir Margarita Zavala –respondió el escritor y periodista mexicano.
«Es decir, Calderón no estaba exento, Calderón debía de estar en la cárcel con ellos hace mucho. Calderón sabía, pero ellos lo hicieron Presidente de la República. Gracias a ellos pudo autojuramentarse y gracias a ellos pudo llegar. Y recuerden: la guerra militarizada, que estalla apenas llega Calderón a la Presidencia de la República, es comandada por quién: por Genaro García Luna; él estaba arriba del General Secretario y del Almirante Secretario, y Luis Cárdenas Palomino era la mano derecha, la mano izquierda, la mano oscura, y los otros eran operativos», explicó Francisco Cruz, quien es autor del libro La guerra que nos ocultan, publicado en 2016 en Temas de hoy.
«Cárdenas Palomino, en 2000, cuando ganó la Presidencia Vicente Fox Quesada, se encargó de destruir los archivos de espionaje que hicieron en el PRI contra Vicente Fox, mientras que García Luna destruyó los que estaban en la sede central. Ellos se robaron los archivos del Cisen, archivos secretos, y después con eso negociaron con Vicente Fox, negociaron con Martha Sahagún Jiménez y después con eso mismo negociaron con Felipe Calderón. Es decir, era un grupo sólido desde el Cisen, quien no lo conociera pues era un ingenuo.
«Felipe Calderón lo sabía, sabía que estaban involucrados en el tráfico de drogas, en el crimen organizado. Y si no lo investigó, ¡hombre, eso es una locura! El Presidente en este país lo sabe todo. No es que yo lo diga o lo descubra: Felipe Calderón lo sabía y lo protegió hasta donde pudo y su protección se acabó cuando ganó López Obrador, porque ya no tuvieron con qué negociar con Estados Unidos –información, quiero decir–, pero Calderón debía estar en la cárcel hace mucho. Eso de esperar el juicio político es una cuestión política, pero Felipe debía estar en la cárcel. Margarita debía seguirlo de inmediato, porque Cárdenas Palomino y García Luna hicieron trabajo sucio para ellos: a partir de fines de 2005 y hasta ahora que fracasó su partido político. Así que Felipe sí, sí lo sabía», afirmó el experimentado periodista, quien laboró en Reforma, El Universal, Diario Monitor y El Centro, entre otros medios de comunicación.
«Luis Cárdenas Palomino y Genaro García Luna tenían un plan transexenal para controlar a todas las policías del país y a todos los capos. Juntos, fueron los artífices para construir desde el Cisen [Centro Nacional de Inteligencia] una hermandad que se encargaría de controlar todos los negocios, incluido el narcotráfico, del crimen organizado. Así llegaron a controlar los negocios mineros, los aguacateros, controlaban prácticamente todo, y su plan final era controlar a las policías del país: las estatales y las de los principales municipios, además claramente de las federales en cualquier denominación que se tenga.
«Juntos fueron una mancuerna no sólo inseparable, sino negra; eran una mancuerna criminal desde su entrada al Cisen. Eran policías porque tenían esa denominación, eran investigadores, sí, pero trabajaban para ellos, para enriquecerse, para controlar todo el bajo mundo de este país. Y Luis Cárdenas Palomino fue artífice con García Luna para formar dentro del Cisen, a principios de los 90, una hermandad que era la que iba a controlar todos los negocios del crimen organizado.
«Así lo hicieron en el Cisen, luego en la Secretaría de Gobernación (Segob), luego en la PGR [Procuraduría General de la República], luego en la AFI [Agencia Federal de Investigación] y el mismo esquema lo llevaron a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). Esta hermandad se encargaba de negociar los cargos públicos, por ejemplo, por 50 mil dólares la plaza, pero dependía del cargo, la zona –por ejemplo, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no pagaba 50 mil dólares, sino más, o los puertos como el de Lázaro Cárdenas, donde se controlaba toda la entrada para los precursores para drogas sintéticas–. Entonces, García Luna descansó en Luis Cárdenas Palomino para controlar un imperio criminal», expuso el periodista mexicano especializado en crimen organizado y autor del libro Garcia Luna, El Señor de la muerte, editado por Planeta.
Cruz Jiménez recordó que Benito Roa, un tipo que trabajaba como payaso en la calle, fue rescatado por García Luna y, luego, ese personaje entregó 50 mil dólares a la hermandad que comandaba Luis Cárdenas Palomino para hacerlo Director General del Área de Antisecuestros de la Policía Federal. A Héctor Moreno Mendoza, otro sujeto que entró con 50 mil dólares, le dieron el cargo de Director General de Puerto y Fronteras, y a Nahum García Martínez lo hicieron Jefe del Estado Mayor también por 50 mil dólares.
El también autor de Los depredadores, editado en Temas de Hoy, en Planeta, añadió que Luis Cárdenas Palomino supo siempre que sería el segundo, que el primero sería García Luna, y cuando pudo protegió y abogó por García Luna.